Título: Cuando fuimos huérfanosAutor: Ishiguro, Kazuo
Sinopsis breve: Londres, años 30. Christopher Banks es un afamado detective que aún no ha resuelto su caso más importante: siendo niño sus padres desaparecieron misteriosamente cuando vivía la familia en Shanghai por cuestiones laborales. La mejor manera de llegar al fondo del asunto es regresar a China, pues sus recuerdos de aquella época son vagos y confusos, pero todo se ve enturbiado a causa de la guerra contra Japón.
Puntuación: 7/10
Opinión: Tengo un trabajo que me lleva a conocer a infinidad de personas (y sus casas, claro) a lo largo del año, y, a veces, también a conocer sus gustos literarios. Hace un par de años leí la contraportada de este libro y me entraron ganas inmediatas de leerlo: el género policiaco me gusta bastante, y los libros editados por Anagrama suelen ser de mi agrado; también el nombre del autor me sonaba de algo. De modo que en la Feria del Libro de Madrid lo busqué y lo encontré.
Me ha gustado. No era lo que me esperaba, pero me ha gustado. Imaginaba que sería una novela negra ambientada en el Shanghai de los años treinta del s.XX, una ciudad dominada por la diplomacia europea, en medio de la segunda guerra chino-japonesa. Ha resultado ser bastante más compleja que una novela de detectives. Normalmente en la novela negra conocemos a los personajes según se va desarrollando el caso que ocupan las páginas, de manera que misterio y personajes son igual de importantes para el desarrollo de la historia, pero en el caso de "Cuando fuimos huérfanos" la búsqueda de respuestas es la excusa para que Ishiguro nos hable de la condición humana, de historia, de amor, de colonialismo...
Con un estilo simple, Ishiguro nos cuenta cómo por azares del destino Christopher Banks tuvo que volver a su Inglaterra natal cuando, siendo niño, quedó huérfano en Shanghai y cómo fue que decidió formarse como detective. A lo largo de las páginas nos va desgranando el propio protagonista retazos de su infancia y su adolescencia y de cómo llegó a ser el detective de éxito que decide volver a China para averiguar lo que en realidad ocurrió con sus padres.
Podría haber sido una novela del género negro como las de Raymond Chandler o Chester Himes, pero Ishiguro, sin abandonar totalmente el estilo, nos ofrece una visión amplia sobre el colonialismo inglés y las clases pudientes londinenses mientras Banks relata la historia de la búsqueda de sus padres.
Una lectura muy recomendable.
