martes, 19 de julio de 2016

Las partículas elementales (Michel Houellebecq)

Título: Las partículas elementales


Autor: Houellebecq, Michel


Sinopsis breve: Bruno y Michel son dos hermanastros cuyas vidas son totalmente diferentes: Michel vive solitario sumido en sus estudios sobre biología molecular; Bruno, maestro de escuela, busca el amor a través del placer, pero sin éxito. Son hijos de una madre que pronto se desentendió de ellos, y desde el día en que se conocen se convierten en confesores mutuos.


Puntuación: 8/10


Opinión: Quedándose uno en la "sinopsis breve", puede parecer una novela no muy apetecible (en mi descargo tengo que decir que para hacer una buena sinopsis de este libro no bastan unas pocas líneas, tal es su complejidad), pero nada más lejos de la realidad. A través de las vidas de dos hermanos de madre -que no de padre- Houellebecq nos lleva a plantearnos una de las más famosas preguntas de todos los tiempos: "¿qué es el amor?". Michel Djerzinski, biólogo molecular de prestigio, quiere encontrarlo en los entresijos del ADN, y en su búsqueda deja escapar a la única persona que lo ha amado a él de verdad y sin fisuras. Bruno Clèment, debido quizá a una niñez llena de abusos, quiere encontrar el amor pleno a través de la satisfacción hedonista total. 

Con un estilo directo y sencillo el autor nos narra los momentos más importantes en las vidas de los dos hermanos y cómo han influido en las posteriores etapas de cada uno; sus evoluciones son suficientemente opuestas, de manera que Houellebecq nos lo pone muy sencillo para que nos preguntemos cuál es la mejor forma de disfrutar la vida. Djerzinski, a través del análisis de las personas de su entorno, poco a poco va encerrándose en sí mismo, sin odiar ni amar a nadie de forma verdadera, con el único objetivo de encontrar el amor a través de la ciencia; es una persona que ha tenido a alguien que lo amaba completamente, pero para evitar el dolor ha decidido consagrarse al estudio. Clèment, por otro lado, navega sin rumbo a través de una vida en cuyo centro está el sexo, quizá como manera de escapar de su propia infelicidad, pero que no le ofrece nada más que instantes desperdigados de dicha.

Tenemos entre manos un libro vitalista, que anima a disfrutar de cada momento, pues al finalizar la lectura es imposible abstraerse de la idea de que da igual cómo sea tu vida: mientras no la saborees no vas a ser feliz, y tienes que hacerlo en cada momento, ya que siempre puede haber sucesos o circunstancias que trunquen tu felicidad. Me ha llamado mucho la atención la gran importancia que tienen en la novela los personajes femeninos (la abuela, la madre, y las parejas de ambos hermanos) para subrayar el carpe diem que flota en cada capítulo, y que no puede ser muy acertado centrar tu vida en torno a una sola cosa, puesto que si éso te falta resultará muy difícil mirar hacia otras direcciones.

Podría estar horas escribiendo acerca de Las partículas elementales, pero corro el riesgo de destripar muchos pasajes que es mejor leer por uno mismo. Como se trata de una novela que ofrece múltiples lecturas según quién lo lea, os animo encarecidamente a leerlo para luego poder intercambiar opiniones.
Que lo disfrutéis.